El Abuso y Cómo Recuperar tu Autoestima: De Víctima a Diosa
Este artículo es sobre el abuso + cómo recuperar tu autoestima. Hablo desde mi experiencia personal y profesional, y habiendo sufrido el abuso, sé lo mucho que puede destruirte a ti y a tu vida. Mi intención es compartir sentimientos de comprensión (NO ESTÁS SOLA) + claridad (PUEDES ATRAVESAR ESTO) + guía sobre cómo salir del oscuro agujero de las inseguridades y la falta de autoestima para obtener la luz y la gracia de una diosa.
No puedo decir que tuve una vida horrible, porque no la tuve. Pero puedo decir que fue difícil para mí, muy difícil. Mis padres me amaron y todavía me aman tremendamente pero emocionalmente no fueron capaces de darme lo que yo necesitaba cuando era niña. Un poco de mi historia: crecí en Nueva York en una familia Puertorriquense. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 3 años, pero mi padre siempre estuvo cerca y me crío junto con mi mamá. Mis abuelos me cuidaban la mayoría de las veces porque mis padres trabajan muy duro para mandarme a una escuela católica y alejarme de “la calle”. Crecí en Bushwick, Brooklyn, antes de los cafés de moda y los hipsters. No me sentía miserable, pero tampoco de lo mejor. Había drogas y esa mentalidad de “gueto” que de seguro no es algo que inspire demasiado. Había mucho estrés y yo era sensible, intuía todo y realmente me afectaba. Era la clase de niña que quería salvar al mundo. Todavía lo soy.
Para hacer la historia corta, sentía que mi mamá era muy distante. Estaba estresada todo el tiempo y me acuerdo de querer hablar las cosas (obviamente ahora soy terapeuta) y ella diciendo “sólo voy a ignorarte”. Recuerdo el dolor en mi corazoncito, me sentía tan ignorada, sin autoestima y no querida. En su mundo ella estaba estresada y creía que yo tenía una bocota y no era respetuosa, pero en mi mundo yo necesitaba cariño y confort. Yo necesitaba una madre. Necesitaba ser amada.
Durante mucho tiempo me enojé con mi madre. Me mudé con mi padre cuando tenía 14 y a pesar de que él tenía un corazón cálido y cariñoso, sus maneras de policía no eran lo mejor. Poco después de mudarme, recuerdo ser abusada verbalmente y a veces físicamente. Recuerdo estar confundida porque nada tenía sentido. Yo era una buena niña – todas A y B en la escuela – y me castigaban por cosas que no se correspondían con la verdad, con la realidad. Recuerdo que me decía “¿Qué eres, retardada?” o “¿Cuál es tu problema?”.
Recuerdo sentirme que no era nadie, que no era lo suficientemente buena y que nada de lo que hiciera iba a estar nunca bien. Era extremadamente dañino emocionalmente, especialmente para una joven en crecimiento. Pero yo era fuerte. Yo SABÍA que no se sentía bien y que no me lo merecía. Sin embargo, como niños no somos psicológicamente capaces de no tomárnoslo personal. Internalizamos la maldad y el abuso como “es mi culpa”. No es tu culpa y recuerda, ¡NUNCA HAY UNA EXCUSA PARA EL ABUSO! No es fácil, pero no estás sola. Aquí abajo hay algunos consejos que me han ayudado a mí y a miles de mis clientes y ojalá que ahora a ti también.
Comparto esta detallada historia de mi abuso porque era hora y ojalá que esto te ayude si tú también has sufrido abuso, ya sea abuso serval, emocional, sexual, o todos. Estoy aquí para que sepas que es más común de lo que creemos y que tenemos la capacidad de sanar y de inspirar a otros a tener relaciones más saludables consigo mismos y en consecuencia tener relaciones más saludables con sus niños y con otros.
A través de mi experiencia he aprendido estos consejos:
ACEPTA TU DOLOR. EL ABUSO NO ES UN CHISTE. DUELE. MARCA. ES UN TRAUMA. No excuses al abusador. Acepta que no era justo y que no te lo merecías. Porque no te lo merecías. No debes seguir siendo víctima, pero para librarte de los sentimientos de ser víctima, primero debes aceptar tu dolor y que en algún momento fuiste una víctima. Ahora eres una diosa, más grande, más sabia. Acepta también que eres una diosa, fuerte y capaz de sanar, y con la habilidad de conquistarlo todo.
LA MAYORÍA DE LA GENTE FELIZ HA SUFRIDO GRANDES DOLORES. Toda la energía es energía y podemos canalizar nuestra energía de dolor en energía de motivación y sanación no sólo para nosotros mismos, sino también para otros. Piensa en Oprah: ella sufrió abusos y ahora es una de las mayores encargadas de concientizar y llevar bienestar al mundo entero.
TRANSFORMA TU DOLOR EN UN MOTIVO. Pregúntate, ¿qué regalos te ha traído este dolor? Por ejemplo, yo ahora tengo la capacidad de identificarme más con mis clientes. Sé lo que sientes porque yo atravesé situaciones muy dolorosas. Además he transformado esta experiencia en mi mayor objetivo en la vida, que es dar un espacio a la sanación uno a uno con mis clientes. Pongo mi dolor por escrito porque conozco ese dolor y quiero que otros sepan que no están solos y darles consejos para sanar.
¿Cómo puedes encontrar un motivo en tu dolor? Escribe en los comentarios aquí debajo para que todos podamos compartir + conectarnos.
Recuerda: Todos somos divinos, perfectos, completos. ¡TÚ MERECES AMOR! Conéctate con ese sentimiento de lo que sea mejor para ti. Me gusta pensar en mí misma como una diosa gloriosa y poderosa, radiante y llena de luz. Este arquetipo me da una poderosa imagen que me da fuerza y autoestima. Te animo a que busques a una diosa que razone contigo para darte la fuerza y que trabajes con su energía, quizás puedes imprimir una foto suya y llevarla siempre contigo, o piensa en una mujer fuerte a la que admires e internaliza que tú también eres como ella: fuerte y poderosa.
Espero que mi historia y estos consejos te hayan ayudado, y en el mientras tanto, sé buena contigo misma y recuerda: tienes autoestima, eres amada. Eres una diosa.
Christine Gutiérrez
1 comment to "El Abuso y Cómo Recuperar tu Autoestima: De Víctima a Diosa"